sábado, 6 de octubre de 2012

CRIMEN DE BARBADOS: UNA HUELLA QUE EL TIEMPO NO BORRA/Ernesto Vera Glez

Han pasado muchos años, casi cuatro décadas pero el dolor se acentúa cada 6 de octubre. Cuba recuerda con una mezcla de tristeza e impotencia aquel trágico sabotaje a uno de sus aviones comerciales que costó la vida a 57 hijos de esta noble tierra, entre ellos al equipo juvenil de Esgrima que regresaba triunfal a la patria.
”No eran millonarios en viaje de placer, no eran turistas que disponían de tiempo y de recursos para visitar otros países; eran humildes trabajadores o estudiantes y deportistas que cumplían con modestia y dedicación las tareas asignadas por la patria…”Esas palabras del Comandante en jefe Fidel Castro en la Plaza de La Revolución definían la procedencia de aquellos pasajeros , cuyos cuerpos calcinados mancharon las aguas del Atlántico. Era el más monstruoso crimen alentado por el rencoroso imperio contra nuestro país. 36 años después su autor principal, Luis Posada Carriles se pasea impune por las calles de Miami.
..”Lo más repugnante de este caso es el empleo de mercenarios que por dinero son capaces de segar en unos segundos 73 preciosas vidas de personas indefensas, con las cuales incluso viajaron en el avión minutos antes…”
De esa manera no solo sembraron el dolor y la tristeza en decenas de familias cubanas, sino que enlutaron a toda una nación que hoy sigue en pie de lucha y esperando se haga justicia con los responsables directos de la masacre. Asesinos a sueldo que nos desprecian únicamente por defender el más justo de los sistemas sociales que ha triunfado en este hemisferio.
”Los autores de estos crímenes se mueven impunemente por todas partes; cuentan con recursos financieros inagotables; utilizan pasaportes de Estados Unidos como ciudadanos naturalizados de ese país o documentos reales o falsos de otros numerosos países, y emplean los medios más sofisticados de terror y crimen…”
Al paso de los años Cuba recuerda a sus hijos y está alerta porque los métodos no han cambiado y persiste el mismo rencor contra esta isla rebelde y heroica. Simplemente ahora el enemigo de adentro y de afuera oculta su identidad entre la hipocresía, la manipulación mediática y el oportunismo. Así mientras unas se visten de blanco otros fingen enfermedades crónicas o huelgas de hambre a barriga llena. Lo importante es sacar algunos USD en la Oficina de Intereses USA. Eso sí, que nadie lo dude cualquiera de esos “patriotas” es capaz de fabricar actos violentos a la manera de Posada Carriles o al menos de aplaudir sus “hazañas”.
”Podríamos preguntarnos qué se pretende con estos crímenes. ¿Destruir la Revolución? (Exclamaciones de: "¡No!") Es imposible. La Revolución emerge más vigorosa frente a cada golpe y cada agresión, se profundiza, se hace más consciente, se hace más fuerte (Aplausos). ¿Intimidar al pueblo? (Exclamaciones de: "¡No!") Es imposible. Frente a la cobardía y la monstruosidad de crímenes semejantes el pueblo se enardece, y cada hombre y mujer se convierte en un soldado fervoroso y heroico dispuesto a morir…”
Como cada 6 de Octubre habrá flores para perfumar el recuerdo del hijo amado, del padre adorable, de la madre cariñosa, del hermano entrañable. Alguien recordará al amigo de la infancia, al campeón de la Espada, el sable o el florete, a la muchacha atractiva , al trabajador incansable. Pasaremos por algún lugar donde el sollozo se transformó en carga para seguir adelante, allí por donde Fidel marcó el rumbo.
..”Nuestra fuerza es, en fin, la fuerza del patriotismo y la fuerza del internacionalismo. Las ideas por las que luchamos son estandarte de los hombres más honestos y dignos del mundo de hoy y el emblema seguro y victorioso del mundo de mañana…”
Quince mil niños despiertan cada mañana en la escuelas deportivas (EIDE) de Cuba con un gran sueño, ganar medallas y escuchar las notas del himno nacional en quien sabe cuántos escenarios. Los impulsa el recuerdo imborrable de Leonardo MCkencie, Carlos Leyva, Nancy Uranga o Virgen María Felizola. Ellos desanduvieron esas mismas aulas y esos mismos tapices de competencia, sólo que una mano cobarde les arrancó la vida cuando regresaban cargados de medallas y trofeos.
..”¡Nuestros atletas sacrificados en la flor de su vida y de sus facultades serán campeones eternos en nuestros corazones (Aplausos); sus medallas de oro no yacerán en el fondo del océano, se levantan ya como soles sin manchas y como símbolos en el firmamento de Cuba; no alcanzarán el honor de la olimpiada, pero han ascendido para siempre al hermoso olimpo de los mártires de la patria!..”
Han pasado 36 años y Cuba no olvida a sus hijos muertos en aquel horrendo crimen. Este pueblo no clama venganza, pero sí justicia. Cinco hermanos permanecen injustamente entre rejas yanquis por el único delito de impedir actos terroristas contra sus hermanos. Gerardo, Antonio, René, Fernando y Ramón alzan sus manos para que no se repitan actos como aquel que segó la vida a 57 cubanos frente a los costas de Barbados en 1976.
..”No podemos decir que el dolor se comparte. El dolor se multiplica. Millones de cubanos lloramos hoy junto a los seres queridos de las víctimas del abominable crimen. ¡Y cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!..”





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