Con un juego decidido por la regla tie-break de la Federación Internacional de Béisbol, Villa Clara venció hoy a Industriales seis carreras por cinco, en el juego inaugural de la Serie Nacional número 50.
No podía ser mejor el comienzo, que se vivió en el Estadio Latinoamericano durante once episodios con la misma intensidad que la final de la pasada contienda entre ambos conjuntos, ganada por los azules en el séptimo choque.
Para definir Villa Clara aprovechó pifias defensivas consecutivas del torpedero industrialista Rudy Reyes para marcar dos veces en el onceno, con un detalle del habitual juego rápido naranja: un squezze play con bases llenas.
Los azules marcaron primero en su patio por intermedio de Rudy Reyes, quién le conectó jonrón por el jardín
izquierdo al abridor naranja Robelio Carillo.
Villa Clara empató el choque en el tercero cuando Yulexis La Rosa conectó indiscutible al central, robó la segunda y avanzó por error en tiro del receptor Frank Camilo Morejón antes de pisar el home por elevado de sacrificio de Aledmis Díaz.
Dos más anotó Industriales en la parte baja del séptimo, ventaja efímera gracias al par de carreras de Villa Clara en el octavo ante el relevista Armando Rivero.
Todo listo para el desenlace por la regla tie break, una de las novedades de la presente Serie de Oro del béisbol cubano.
Eduardo Martín, timonel de los naranjas, fue más conservador y tocó la bola para avanzar a los corredores, lance que se convirtió en hit.
Luego Villa Clara solo pudo anotar una y los de la capital no pudieron sentenciar el partido, al fallar con los cojines congestionados Alexander Malleta y Serguey Pérez.
Para cerrar el encuentro, Industriales descontó en el onceno, pero las aspiraciones azules se vieron truncadas por el jardinero derecho de la escuadra del centro Andy Zamora, quién regaló una joya defensiva sobre un elevado del emergente Joyel Gil.
El tercera base de Industriales, Juan Carlos Torriente, bateó de 6-5, mientras que los abridores Carrillo y Odrisamer Despaigne lanzaron en excelente forma.
De esta forma, los vencedores tienen que enfrentar un largo viaje hasta Santiago de Cuba para jugar martes, miércoles y jueves, mientras que los actuales campeones nacionales reciben en su sede a los Vaqueros de La Habana.
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