Robles, que ha vivido un año para olvidar tras su decepción de los Juegos Olímpicos de Londres, donde se lesionó en la final, había logrado su récord el 12 de junio de hace cuatro años, en Ostrava (República Checa), cuando corrió en 12 segundos y 87 centésimas.
Para Merritt, de 27 años y estrella actual de esta prueba, se trata de la culminación de un año perfecto, donde fue campeón mundial en sala en marzo (60 metros vallas) y que había coronado en agosto con el oro olímpico, después de haber sido el gran dominador de la distancia en los últimos meses.
El crono de 12.92 con el que se impuso en la final de la cita olímpica londinense era hasta ahora el mejor del año, hasta que su carrera en el estadio Rey Balduino de Bruselas, en la 14ª y última etapa del año en la Liga de Diamante, lo dinamitó para fijar el nuevo récord del mundo.
El dominio abrumador de Merritt en este 2012 queda en evidencia con el hecho de que la carrera de este viernes sea la octava de esta temporada que corre por debajo de la barrera simbólica de los 13 segundos.
El saltador de Chicago, concentrado desde la salida, hizo una carrera prodigiosa, técnicamente brillante, para adelantarse a sus adversarios ya en los primeros metros y dejarles claramente atrás en la segunda mitad.
El segundo en la pista belga fue el también estadounidense Jason Richardson, que quedó a 25 centésimas del ganador.
Merritt no sólo batió el récord sino que lo rebajó en siete centésimas, una circunstancia muy importante en una distancia tan corta. Se trata de la mayor progresión en el récord del mundo de la disciplina desde que el estadounidense Renaldo Nehemiah, el primer hombre en bajar de los 13 segundos, pasara de 13.00 a 12.93 en 1981.
Merritt se adjudicó además la Liga de Diamante de la disciplina, por delante de Richardson, al que ya había derrotado en los Juegos Olímpicos londinenses.
"El secreto de mi progresión esta temporada es el entrenamiento y también una nutrición más equilibrada. Comprendí que si quería ser el mejor tenía que cambiar mis hábitos alimenticios: no tanto pizzas y caramelos, sino más verduras o carne, pero no productos lácteos", había explicado hace dos semanas en Lausana al hablar de su gran año.
El nuevo plusmarquista se había fijado como reto arrebatar el récord a Robles antes de final de este año y con ese sueño había estado trabajando en las últimas semanas.
El cubano Robles, por su parte, parece cerrar un ciclo, a pesar de no competir en Bruselas.
La pérdida de su récord mundial le obliga a afrontar 2013 con una mentalidad diferente, tras un 2012 para olvidar, que tuvo su momento más duro cuando tras superar el sexto obstáculo en la final olímpica se llevó la mano a la parte trasera del muslo derecho y abandonó.
El saltador guantanamero, oro en los Juegos de Pekín-2008, había sido la estrella a batir en los últimos años, un honor que él arrebató al chino Liu Xiang y que ahora cede a un Merritt impresionante.
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