viernes, 2 de marzo de 2012

¿NIÑOS CUBANOS CON ARMAS DE FUEGO...?/Ernesto Vera Glez

En un centro estudiantil de Cuba todas las mañanas los vecinos escuchan el sonido de los disparos. Diez niños portan pistolas y otros seis apuntan con fusiles. Todos tienen como blanco figuras de cartón que poco a poco van perdiendo la figura ante el fuego graneado de los olímpicos del mañana. No hay que asustarse , se trata de una jornada de entrenamiento en la Escuela Integral Deportiva (EIDE) situada en las afueras de la ciudad de Holguín, al oriente de Cuba.
Bien al norte en el mapa geográfico, otro hecho de sangre ha sido protagonizado por niños estudiantes en Estados Unidos, una práctica que no por conocida deja de ser escalofriante. Narran los cables que un adolecente de secundaria abrió fuego contra sus compañeritos en una escuela secundaria de Chardon, en el este de Cleveland, Ohio, en Estados Unidos.

Después de leer la noticia y coincidiendo con la media hora del receso en un centro similar en la ciudad de Holguín, Cuba, me daba cuenta que esas prácticas no tienen nada que ver con la manera en que se relacionan nuestros muchachos.
Así mientras presenciaba a un grupo de varones jugando al “quemao” me atormentaba la idea de sentir en carne propia la amarga experiencia que deben estar viviendo las familias de aquellos niños muertos, sus propios compañeritos de aula y hasta los profesores del mencionado centro.
El “quemao” se juega con una pelota desinflada y es muy popular en Cuba. Consiste en lanzar el objeto  contra el cuerpo de alguno los participantes y aquel que sea tocado por el artefacto queda eliminado hasta tanto haya quedado uno solo con “ vida”.
Esas son las “revueltas” que día a día usted puede presenciar en cualquier centro educacional de esta isla caribeña, casi siempre cuando el sol comienza a calentar y los relojes marcan las 10.00 de la mañana. Es el momento no solo de ingerir los alimentos que el gobierno de cada territorio garantiza de manera gratuita, sino del improvisado piquete de Béisbol, minifútbol, basketbol o al mencionado “quemao”. Lo cierto es que entre risas, chistes y deportes se van corriendo esos 30 minutos pintados de vigorosos colores de los unifroemes azul, blanco o amarillo.
Lamentablemente no sucede así en muchas escuelas de Estados unidos donde usar un arma de fuego es como portar o sacapuntas o un libro de cuentos.
En el 2007, un hombre dejó 33 muertos en la Universidad de Virginia Tech, mientras que el peor tiroteo en una escuela secundaria en Estados Unidos sucedió en 1999 en la secundaria Columbine, en Colorado, con 12 estudiantes y un profesor fallecidos.
Cabría preguntarse entonces como es posible que un adolecente tenga la sangre fría como para abrir fuego contra sus amiguitos de aula. Será la violencia en las pantallas de la TV o acaso quieren imitar a sus jóvenes compatriotas que son enviados como “embajadores de la Paz” a “luchar” contra el terrorismo en Iraq, Afganistán o donde se le antoje a su presidente.
La escuela acusa el impacto social y cada vez son más frecuentes los acontecimientos que alteran la buena convivencia en las aulas y patios. Los ejemplos    violentos adquiridos en la familia, el barrio y a través de los medios de comunicación, se traducen en indisciplina y violencias que dejan poco lugar al aprendizaje de las competencias básicas. Los docentes no puedan enseñar ni los alumnos aprender.
La Declaración de los derechos del niño dice textualmente…"La humanidad debe al niño lo mejor que puede darle..El niño gozará de una protección especial
y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad...El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación".
Este párrafo completo sin excluir una palabra, un verbo o una oración más bien parece una fotografía al proyecto socialista de Cuba, aún en medio de las limitaciones económicas que atraviesa actualmente el país.
Por eso acá nadie se asusta cuando en una escuela se escucha el fuego cerrado de pistolas y fusiles…Es fácil adivinar que son los futuros olímpicos afinando la puntería y dueños de un futuro bien asegurado…Detrás de esas armas de fuego solo hay sonrisas y jamás sangre derramada como en aquella Secundaria en el estado norteamericano de Ohio donde un adolecente mató a cuatro de sus compañeritos de aula…

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