Con cifra record de desempleo recibe Gran Bretaña el fin de año, el número de personas sin puesto laboral aumentó a 2,64 millones, al registrar 128 mil nuevos desempleados entre agosto y octubre del 2011, el índice más elevado durante 17 años.
Los efectos de la crisis económica de la zona euro se sienten con mucha fuerza en esta región, los niveles de educación se han reducido y los grandes bancos centrales han recortado sus tasas de interés a mínimos históricos, en un “intento” por aminorar los efectos de esta debacle.
El gobierno británico, inmutable ante estas realidades, parece enceguecido por una pistola de “sombras”, ha decidido destinar parte de sus fondos para la adquisición de un arma láser conocida como SMU 100 con un costo de 25 mil libras esterlinas que la policía empleará contra los manifestantes.
Cada año, 8 millones de niños menores de cinco años, mueren a causa de problemas neonatales, neumonía, diarrea, paludismo, sarampión o VIH/SIDA; son los efectos de la necesidad, lo único que llegan a conocer en su corta vida es el dolor y el hambre.
Con solo 20 millones de toneladas de cereales -el equivalente al 10% de las reservas mundiales- se solventaría la mitad del problema de la desnutrición, mientras que, algunas naciones prefieren invertir en la carrera armamentista.
Este artefacto, fabricado por Photonic Security Systems (con sede en Gran Bretaña), emite un haz de luz cegadora que puede deslumbrar e incapacitar a los objetivos hasta una distancia de 500 metros con un haz de luz de hasta tres metros cuadrados, y tiene un alcance infrarrojo para detectar a las personas incluso en situación de la mala visibilidad.
Un vocero del Ministerio de Interiores expresó que científicos del Centro de Ciencia y Tecnología Aplicadas, creen que el uso del láser “tiene mérito” y que será probado por al menos una fuerza policial.
“Tiene mérito”, dicen, y el hambre los mira de frente, y el desempleo es la realidad que se dibuja en sus narices, y sus calles se llenan de manifestantes que piden mejorías, salir de la crisis. Cuántos niños podrían ser alimentados con 25 mil libras esterlinas, cuántos instrumentos escolares podrían comprarse, cuántos salarios podrían ser devengados, cuántos rostros volverían a sonreír.
Esas son interrogantes a las que no darán otra respuesta que la represión, serán respuestas cegadas por el láser. Y así han de estar los ojos de aquellos que no miran más allá de los cheques, que no ven al pueblo, que anteponen a las necesidades de muchos el interés oligárquico de salvar los bancos.
Ante esta realidad es inevitable que recuerde al apóstol: “con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar”, y nuestra suerte está echada, porque en Cuba no muere nadie por hambre, los niños tienen escuelas, nuestro sistema de salud nos ampara; pero no podemos olvidarnos del mundo ni de aquellos que sufren. El sistema capitalista los aplasta, ¿hasta cuándo seguirán esos rostros cegados por la pistola de sombra?
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